Unas momias de 4.000 años de antigüedad fueron descubiertas en el desierto de Taklimakan, región china de Xinjiang, a mediados del siglo pasado. El hallazgo tiene intrigados a historiadores, arqueólogos y científicos de la comunidad mundial ya que las momias no son asiáticas sino caucásicas; su increíble estado de conservación permitió observar que las cabelleras eran rubias y rojas, los ojos claros y la vestimenta europea ¿Qué oculto destino llevó a esta gente blanca a desaparecer en el desierto asiático? ¿Cuándo y cómo lograron llegar a éste? El enigma de las momias del desierto sigue de cerca los esfuerzos de un grupo de arqueólogos chinos y sus colegas extranjeros por hallar respuestas a las interrogantes mediante exámenes de ADN y estudios detallados de los manuscritos históricos de su época, entre otros.
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martes, 16 de octubre de 2007
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