Nabuconosor, el legendario rey de Babilonia entre el 604 al 562 A.C., es considera por la Biblia y el Libro de Daniel como un demente. Sin embargo, el anterior régimen iraquí lo veía como un héroe nacional y una figura histórica crucial. ¿Quién era este hombre que dijo de sí mismo: "¡Yo soy el rey todopoderoso, completamente incomparable!"?
Hijo de Nabopolasar, un general caldeo que, tras la muerte de Asurbanipal, se había proclamado soberano de Elam, Mesopotamia, Siria y Palestina, fundando un Imperio neobabilonio que vino a ocupar el espacio del declinante Imperio asirio, Nabucodonosor aseguró el dominio de estos territorios derrotando a los egipcios en la batalla de Karkemish (605), todavía en vida de su padre. Muerto Nabopolasar en aquel mismo año, Nabucodonosor le sucedió y se consagró a la tarea de consolidar el imperio que había heredado, combatiendo incesantemente contra sus enemigos, especialmente en la zona sirio-palestina.
Hasta en dos ocasiones Nabucodonosor había ocupado Jerusalén y deportado a muchos judíos a Babilonia, pero en el 586 Sedecías, rey de Judá impuesto por Nabucodonosor se rebeló contra él en alianza con Tiro y Egipto. Tras un año y medio de asedio, Nabucodonosor tomó Jerusalén por tercera vez, mandó destruir la ciudad y el templo (clave de la identidad del pueblo judío) y envió un tercer contingente de judíos deportados a Babilonia; este "cautiverio babilónico" de los judíos se prolongaría hasta que el imperio fuera conquistado por los persas, quienes restauraron el Templo y permitieron el regreso de los deportados a su país de origen.
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martes, 16 de octubre de 2007
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