Rascacielos, letreros de marcas extranjeras, McDonald's, cibercafés: China ha entrado definitivamente en la era de la modernidad. Después de 25 años de reformas desde la llegada de Deng Xiaoping al poder, China ha progresado de forma increíble. Los uniformes Mao, las marchas y los eslóganes políticos en las fachadas de las ciudades han desaparecido. China parece ahora un país capitalista, donde el dinero es el rey supremo. Al deshacerse de una serie de principios marxistas-leninistas, el Partido Comunista chino ha hecho una apuesta increíble, introduciendo una reforma económica contraria a la ideología comunista y fortaleciendo su posición de liderazgo al mismo tiempo. Hoy en día puede decirse, sin lugar a dudas, que el capitalismo ha salvado al comunismo chino. Sin embargo, ¿qué queda del comunismo en China? ¿Cómo es posible que este régimen incluya el derecho a la propiedad privada en su constitución? Según el punto de vista occidental es una sorprendente paradoja. Para los chinos, sin embargo, se trata de mantener la implacable lógica de construir el "socialismo de Deng Xiaoping con características chinas". Ésta es la primera vez que un documental examina la gran paradoja del comunismo chino. Un programa que conecta el pasado con el presente de una forma sorprendente, entretenida y original.
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sábado, 13 de octubre de 2007
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