De entre todos los personajes de la Biblia, el rey Salomón fue el más sabio y el más rico. La razón de su riqueza no era otra que el acceso que tuvo a una de las reservas de oro más grandes de la Historia. De acuerdo con el texto sagrado, la fuente de su fortuna eran las minas de oro localizadas en la misteriosa tierra de Ophir. A pesar de que las Escrituras no señalan específicamente el lugar en el que se encuentran Ophir, un equipo del programa se dispone a encontrar la ciudad perdida. Para ello, emprendemos de la mano de Josh Bernstein la apasionante búsqueda del oro perdido de Salomón en un viaje que nos llevará más allá de los confines del Mar Rojo.
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miércoles, 10 de octubre de 2007
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