
A medida que la Revolución Americana se desarrollaba, el rey de Inglaterra Jorge III trató de vencer a los rebeldes enviando a uno de los generales más respetados y con más talento para luchar contra ellos: el General William Howe. A su llegada en junio de 1776, el general Howe reunió sus fuerzas y en agosto derrotó rotundamente a George Washinton en la Batalla de Long Island, con un brillante despliegue táctico. La victoria proporcionó a Inglaterra la posición más importante desde el punto de vista estratégico: la ciudad de Nueva York. Al controlar Nueva York, el general Howe dominaba el centro de las finanzas americanas, el puerto más grande de las colonias y el paso comercial vital hacia el interior del país: el río Hudson. En este documental conoceremos cómo el éxito del general Howe en Nueva York sirvió para fortalecer la causa inglesa y prolongar la guerra.
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