Entre 1940 y 1944 tuvo lugar la poco conocida "guerra del vino". Las fuerzas ocupantes estaban deseosas de hacerse con el vino francés para saciar la sed de sus soldados y de los consumidores alemanes. Los dignatarios del Reich sabían apreciar una buena botella y estaban decididos a disfrutar del preciado néctar francés. Los productores de vino franceses se resignaron, con mayor o menor grado de entusiasmo, a vender su producción a los ocupantes que, después de todo, resultaron ser unos clientes excelentes, lo que originó un floreciente y bien organizado comercio. Todo iba bien hasta el día en que el comercio dio lugar al expolio de las propiedades judías con intereses en el negocio vinícola. Los nuevos amos del vino en Francia, antiguos comerciantes de vino en su vida civil, fueron pronto apodados "Weinführer" por los franceses. El presente documental de Albert Knechtel revive los buenos recuerdos que los veteranos alemanes tienen de Francia, así como los recuerdos bastante más ambiguos de los viticultores franceses.
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sábado, 13 de octubre de 2007
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