En la isla de Rugen, en el mar Báltico, los nazis construyeron un grandioso complejo turístico, de más de 5 kilómetros de largo, con capacidad para veinte mil personas.Con esta sorprendente construcción lo que buscaban era intentar controlar todo los aspectos de la vida de los alemanes, por lo que prometieron, en su programa electoral, vacaciones anuales para toda la población.
Este asombroso sueño alemán finalmente no se pudo llevar a cabo y la construcción se abandonó, convirtiéndose en un enorme edificio en ruina.
Descubra a través de imágenes generadas por ordenador, junto con los testimonios de expertos e imágenes de la época, la que pudo ser uno de las mayores zonas turísticas conocidas hasta el día de hoy.
El conocimiento de su pasado nos ayudará a comprender su situación actual en Oriente Próximo, así como la actitud y responsabilidad que el bloque occidental muestra hacia ellos.
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