San Francisco de Asís, nació en el seno de una acomodada familia italiana. Pero en la guerra entre Asís y Perugia cayó prisionero y enfermo. Desmoralizado, vagó sin rumbo por la campiña hasta que escuchó una voz que le pidió que reconstruyera una iglesia en ruinas. Sintiendo que había encontrado un nuevo propósito en su vida, comenzó a vestirse de manera extremadamente modesta y robando el dinero a su padre, así lo hizo. Cuando éste le obligó a devolvérselo, Francisco no sólo le devolvió lo que era suyo si no también la ropa que llevaba puesta. Desde entonces se dedicó a los pobres y leprosos. Fundó la orden de los Franciscanos, congregación que en la actualidad sigue vigente con millones de seguidores que siguen sus pasos caritativos.
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sábado, 13 de octubre de 2007
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