La historia de Inglaterra y su dependencia con el té es, como poco, curiosa. A mediados del siglo XIX, época de máximo apogeo del la actividad comercial entre China e Inglaterra, el país asiático tenía el monopolio del comercio y manufactura de té, cuyo secreto se guardaba fieramente desde hacía 5000 años. Dada la ingente cantidad de esta planta que Inglaterra importaba de este país y, para equilibrar su balanza comercial, Inglaterra encontró en el opio el producto perfecto para exportar a China, convirtiendo a gran parte de su población en adicta. Alarmado, el gobierno chino impidió el comercio y consumo del opio. Los ingleses, buscando resolver esta situación, planearon la misión de espionaje más audaz vista hasta entonces: robar el secreto del te de la China Imperial contratando para ello a un botánico escocés. Conoce las peripecias por las que tuvo que pasar este espía hasta conseguir su misión secreta.
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miércoles, 10 de octubre de 2007
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